martes, 7 de agosto de 2007

Capitulo III (Libro azul)

IV

Sonó tan alto en su mente
que me llegó hasta los ojos
luego a los oidos
LLegó tan rápido
sin anunciarse para golpear olvido
Que me mareé
Me quedé perdido
Extravié el rumbo
Desasí lo fijo
Apenas retengo la lágrima
Con los dientes: a mordidas
Callo mente
Pues observo como crecen pausada
inexorablemente
En lo que pienso
Las espinas
Soy su blanco
El objeto de su vida
Me resquebrajo
No me rompo
Me distorsiono
Me envuelvo
Me hago capullo
Me encierro con el perdón
Para hablarle quedo
Hacerle el amor
Verlo crecer
Robustecerlo
Ganar terreno
Porqué todavía hay cosas aquí
que se romperán dentro de mi si las libero
No doy perdón
Aun no estoy cuerdo
Necesito verla andar
Para resucitar esos muertos

VI

Regreso
Heme aquí

un tanto percudido
Mi silueta ya se percibe en la pared
sin embargo me renuevo
Me antepongo
Me distraigo: descarcelo
Me pregunto ¿Hasta dónde?
Cuando el hoy me abofetea los hechos
Despabilado
Asomo un poco y otro tanto al ello:
Es solo yo depositado en eso
Es tan solo verla
Y saber que no es cierto