miércoles, 15 de diciembre de 2010

Poemas andados/ Mayo del 2000

I
El mismo impulso
hasta aquí se mueve
lo noto por el rabillo del ojo
lo llamo y le digo que me haga
Sentir no nato
como en esos días
Apenas ha que nacieron pichones en mi ventana
sigo sin entender por qué
la vida avanzando sobre el pulso de mis pasos
al hacer y deshacer la espiral
reciproca consciencia de lo que fuimos
el ayer y yo cuando era ahora
Rico, sin recursos
decido entonces avanzar desnudo
al centro de la carpa
y hago cómplice a esta madrugada
cuento: 1, 2, 3...
cierro los ojos y grito: ¡Chingue a su madre, a ver qué pasa!

II/Pluma
Me da por llamarte medio
silencioso heredero de lo que crece en la materia
que como hierba entre el concreto a fuerza vive
condenada al intersticio
Observo un silencio
me percato que otra vez te deslizo
esculpida en mi intención sobre hoja blanca
con líneas horizontales
metamorfosis de mis ganas
Por lo dicho acá me posiciono frente a ti
arado, atado
a mi espalda el puño y el sentimiento del alma
alzado
como mi cara al cielo
para descubrir que por ti funciona el ala
nacen por ti magos y magas
conejos y hadas
Me rasco la cabeza para ver si enmudeces
si te puedes preñar con ilusiones
tinta: código perenne
que me permite plasmar ese ayer desde cualquier mañana.

III
Me niego a releer lo dicho
pretendo transcurrir hasta acá
aún hecho girones
Tengo sueño y todavía no es de noche
¿Dónde el mar quedó
tatuado a lo que hoy llegó desde el ayer?
Ciclo de luna
Hasta allí asomó la ola
dentro, percibí el golpe de agua: ¡pum! seco
agua sobre agua
Plomo ardiente como horas
madrugadas vivas
que jalan al abismo del descanso
en el seno del circadiano soso sueño

IV
Sobre el restirador está tu bolsa
y las tijeras que apenas ayer buscaba
También la engrapadora, clips
montones de papeles
folders, una perforadora
siete libros, dos revistas
y tres folletos que jamás leeré
Igual hallé un libro de mercadotecnia
la misma metáfora
del antifaz que intento desaparecer de mí con la consciencia
Sentado acá
y detrás de una pluma.

V
De nuevo por tantas veces
anduve sin antifaz el día
Lleno siempre de ganas
y tan sordo
ciego
mudo
y nada...