lunes, 7 de julio de 2008

El testigo...

I

El testigo parece que se ausenta
detrás de sí
leo sus pasos
Me atiborro de vientos y presencias
sin amplitud mi llanto
como una misma gota se aleja
Me siento roca de arena
pero al porco gano más consistencia
Acaricio el sueño
porque hoy la esperanza alienta
no corta las ganas
no despedaza
no agrieta
Sin testigo
del sueño ruín mi alma despierta

II

Seco al tacto
al sentimiento
divagando en la absurda diferencia de las sombras
Mi sentido localiza aroma
carne de mujer luego yace en la mirada
mientras un negro occidental estrella encarna
Su síncopa la vibra
busca cómo y en ella se realza
en un fugaz placer para deshacer el aburrimiento de las horas
como pálida sonrisa desganada
La naturaleza desde la hormona me ensalza
la miro y me miro a través de estas ganas
para descubrir que el sol
en mí se pone
y ya no me quedan más palabras